Aquí conocemos a Robert y Paul, ambos con una rica experiencia en esta próspera industria. Comparten sus historias sobre la colaboración con un centro de investigación, los cultivos y el papel de la tecnología. La conversación que sigue narra su trayectoria y desvela los retos a los que se enfrentan al gestionar un invernadero dedicado a la innovación y la investigación.
Robert, nacido en el seno de una familia dedicada al cultivo de tomates, y Paul (fundador de BraZander), con 15 años de experiencia en el cultivo de pimientos, se vieron inmersos en el mundo del tomate gracias a un encuentro fortuito con el Centro de Investigación Bayer De Ruiter. De Ruiter está situado junto a BraZander, cerca de Bleiswijk. En 2001 se fundó BraZander, centrada inicialmente en una variedad de pimientos. Posteriormente, De Ruiter, en busca de un centro de experimentos, colaboró con BraZander para establecer uno.
En medio de nuestra conversación con Paul y Robert, las luces del invernadero se atenuaron y casi nos quedamos a oscuras. Hasta entonces nuestra entrevista había estado iluminada con el típico color morado de las luces LED procedentes del invernadero adyacente a la sala de reuniones.
Explicaron que son uno de los productores de la zona que está en standby. Esto significa que si la red tiene un exceso de energía, las calderas eléctricas de BraZander se utilizan para gestionar este excedente. Cuando el operador de la red pide más energía, se enciende la cogeneración o se apaga el alumbrado. Esto también les da la oportunidad de calentar sus propios invernaderos de forma sostenible y rentable. Al cabo de unos 30 minutos, las luces volvieron a encenderse automáticamente. Estas luces están controladas por medio del ordenador Priva Connext, que se encarga de todos los procesos de climatización, riego y energía, incluida la gestión de la electricidad.