Ya sea debido a la aparición de nuevos hongos más agresivos, a una alta carga estructural de la planta o a condiciones climáticas subóptimas, el hecho es que muchos productores de pimiento han sufrido considerables daños en los últimos años a causa de problemas radiculares que no habían experimentado antes. Las investigaciones realizadas en respuesta a este fenómeno por el momento no han aportado nueva información.
Las raíces hacen a la planta
"Hay varias explicaciones posibles para el repentino aumento de los problemas radiculares. Todas ellas pueden influir y provocar estrés a la planta, con el consiguiente aumento del riesgo de infección fúngica. Pero también es posible invertir la situación y conseguir que la planta sea más resistente a las situaciones de estrés. Las plantas que cuentan con raíces fuertes desde el principio y no están sobrecargadas no tienen motivos para enfermarse y marchitarse prematuramente.
Con esas palabras describe Ary de Jong, de HortiTech, los fundamentos de un ensayo de campo en la empresa con el respaldo de Priva. El objeto de este ensayo es conseguir un cultivo de pimiento resiliente sobre lana de roca partiendo de un crecimiento proporcionado y un control equilibrado con ayuda de Plantonomy.
Apertura y cierre gradual de las ventanas
Tener plantas con raíces fuertes y bien ramificadas será beneficioso para todo el periodo restante del cultivo. Especialmente, en las etapas que requieran más humedad y nutrientes para la transpiración, el crecimiento y la fructificación. "Controlar la actividad de la planta y ajustar el riego a su consumo de agua (transpiración/absorción) mantiene las raíces sanas y mejora el rendimiento —asegura De Jong—. De ese modo, el hecho de que con una determinada iluminación descienda la temperatura un grado por debajo de lo que considerarías ideal no supondrá ningún inconveniente".
Este experto productor hace hincapié en la importancia de que la apertura y el cierre de ventanas y mallas se realice de forma gradual para evitar los cambios repentinos en el equilibrio de humedad del invernadero y el cultivo. Con esa precaución, la planta tendrá tiempo para ajustar la absorción de agua y la transpiración al cambio de condiciones. El resultado será un cultivo con un excelente rendimiento y que conservará la salud y la vitalidad incluso al final de la estación, aunque esté plantado en placas (slabs). "Los productores de pimiento que nos visitan siempre se quedan sorprendidos con lo que hemos conseguido hasta el momento", señala De Jong, satisfecho.