El valor de los datos
En los invernaderos se obtienen grandes cantidades de datos y los servicios inteligentes en línea ofrecen nuevas perspectivas sobre el proceso de cultivo basadas en estos datos. Esto brinda oportunidades sin precedentes para una mayor optimización y sostenibilidad de los procesos.
Sin embargo, este fenómeno también despierta el creciente interés de los ciberdelincuentes por la horticultura. Hackers de distintos países intentan introducirse en los sistemas hortícolas con mayor frecuencia y están especialmente interesados en el cultivo autónomo. Por ello, resulta cada vez más necesario contar con una seguridad robusta en materia de datos de software y procesos hortícolas.
En Priva, la seguridad de los datos es una de nuestras prioridades, como también lo es el control del intercambio de datos en, por ejemplo, nuestra Priva Open Platform. Nos complace compartir nuestra visión sobre el uso seguro y responsable de la tecnología en la nube.
Como cliente de Priva, debe poder confiar en que sus datos personales y aquellos relacionados con los procesos estén en buenas manos. Por eso, hemos adoptado medidas organizativas y técnicas para garantizar la seguridad de nuestros productos y servicios. Estas medidas aseguran que las oportunidades que ofrece la tecnología en la nube puedan ser utilizadas de forma segura y controlada.
Base confiable
Desarrollar servicios seguros en la nube es una actividad complicada, que requiere una plataforma en la nube segura y estable. Por esta razón, utilizamos la plataforma en la nube Azure de Microsoft como una base confiable. A partir de ella, desarrollamos todos nuestros servicios en la nube. Durante el desarrollo y el uso de estos servicios aplicamos principios de seguridad conocidos, como la “seguridad desde el diseño” y la “defensa en profundidad”.
Nuestros arquitectos y especialistas en seguridad colaboran estrechamente con los equipos de desarrollo, para que la seguridad de la información sea parte integral del proceso de desarrollo. Durante el desarrollo, ya probamos si nuestros productos y servicios cumplen con los niveles de seguridad necesarios. Y esta comprobación continúa incluso después del primer lanzamiento al mercado.
Pruebas
Para evaluar si nuestros productos y servicios son lo suficientemente seguros, estos son comprobados periódicamente por hackers éticos independientes. Estas evaluaciones se realizan durante las denominadas “pruebas de penetración”, en las que se buscan debilidades de forma activa. Los hallazgos se investigan y resuelven para poder aumentar el nivel de seguridad de forma continua.
Si desea leer más acerca de estas pruebas, puede leer el artículo “Hackers éticos prueban la seguridad de los servicios de Priva”.
Acceso seguro
También consideramos que es nuestra responsabilidad ayudar activamente a nuestros clientes a mantener la seguridad de sus datos. Un ejemplo de ello es la posibilidad de utilizar un segundo factor al iniciar la sesión, para asegurar aún más el acceso a los servicios en la nube de Priva. Por ejemplo, además de una contraseña, que se solicite un código único (por ejemplo, un SMS). En el caso de los usuarios activos, pueden configurar esta función ellos mismos y, en el caso de los nuevos usuarios, hemos activado esta función por defecto.
Somos conscientes de que nuestra tecnología controla procesos empresariales esenciales y, por eso, hacemos todo lo posible para garantizar que esta tecnología y los datos del proceso estén debidamente protegidos.
En resumen: en Priva vemos las posibilidades que ofrece la tecnología en la nube como una enorme oportunidad para nuestros clientes y el mercado, siempre que la utilicemos de forma segura y responsable y la protejamos adecuadamente.
¿Desea más información?
Es fundamental aumentar la toma de conciencia y compartir los conocimientos sobre este asunto. Por lo tanto, en el próximo período explicaremos con más frecuencia cómo la seguridad de la información garantiza el uso seguro de los servicios en la nube y cómo la utilizamos para protegernos y proteger adecuadamente a nuestros clientes.
