Sea más selectivo con la iluminación
Una forma rápida y sencilla de ahorrar energía es ser más selectivo en su estrategia de iluminación artificial, prestando más atención a la cantidad de luz natural. El desarrollo de cada cultivo se basa en la acumulación óptima de luz cada día. Una vez que la planta alcanza esa acumulación óptima, puede apagar la iluminación artificial para ahorrar energía.
Asimismo, es conveniente tener en cuenta la previsión meteorológica. Si se prevé sol intenso en la próxima hora, entonces ya es momento de apagar la iluminación. Si necesita mantener la unidad CHP en funcionamiento para obtener calor, se enfrenta a otra decisión: ¿debe vender la electricidad a la red o mantener la iluminación encendida de todos modos, aunque esto le genere pocos beneficios?
Compruebe que todo funciona
Es fundamental que compruebe cuidadosamente que todos sus equipos estén realizando las tareas programadas. Por ejemplo, si estableció la temperatura mínima de la tubería en 35 °C, ¿esa temperatura se mantiene constante o fluctúa entre los 30 °C y 40 °C debido a un sensor que no funciona? ¿Y qué hay del motor que abre y cierra las rejillas de ventilación? ¿Están funcionando bien los mecanismos de ventilación? Se puede ahorrar una cantidad considerable de dinero con un mantenimiento periódico, vigilando de cerca los datos estadísticos y, simplemente, echando un buen vistazo al invernadero.
En este sentido, la temperatura mínima de las tuberías merece especial atención. En la práctica, los productores suelen trabajar con tan solo unos pocos ajustes: 35, 40, 45 y 50 °C. Sin embargo, no hay ninguna razón lógica para elegir siempre un número “redondo”. Si realiza un ajuste en 42 o 43 °C en lugar de 45 °C, por ejemplo, probablemente conseguirá el mismo efecto y, al mismo tiempo, reducirá el consumo de energía. ¡Hasta el mínimo detalle cuenta!